Soldadura por láser
Soldadura por láser, el MAESTRO de la soldadura que no requiere contacto y que es de alta fiabilidad
¿Cómo funciona?
En la soldadura con punta de hierro tradicional, la punta de soldadura se calienta hasta una temperatura aproximada de 350 °C, después se coloca en el punto de soldadura y, por último, se aplica calor. Una vez alcanzada la temperatura de fusión, la soldadura se aplica a la superficie, formado un compuesto intermetálico.
A diferencia de la soldadura con punta de hierro, la soldadura por láser no requiere contacto: la punta de soldadura no entra en contacto con la tarjeta de circuitos ni con piezas electrónicas. En su lugar, se apunta con un láser a la superficie de soldadura, calentando el metal base en la zona correspondiente. La temperatura de la superficie asciende continuamente hasta alcanzar la temperatura de fusión, momento en el que la soldadura tiene lugar en el punto de soldadura. La realización de la conversión térmica mediante calor superficial en lugar de transferencia térmica permite una soldadura más precisa, pero también incrementa el peligro de sobrecalentamiento. Por tanto, es esencial recurrir a expertos cualificados o a soluciones de soldadura automatizadas para llevar a cabo este proceso.
Ventajas
Debido a sus distintas propiedades, la soldadura con punta de hierro y la soldadura por láser sirven a distintos propósitos. Mientras la primera es ideal para piezas con una alta capacidad calorífica, la segunda es mejor para piezas ultrafinas. Ello se debe a un conjunto de ventajas específicas.
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Menor riesgo de daños
Puesto que la soldadura se realiza sin contacto, existe menos peligro de dañar las piezas eléctricas. No se impone carga física en el tablero de circuitos ni otros componentes sensibles, que podrían resultar dañados con el calor de una punta de soldadura.
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Microsoldadura de alta precisión
El parámetro de un láser es mucho más pequeño que la punta de soldadura más fina. Por tanto, puede llegar a lugares demasiado angostos o inaccesibles para una punta de hierro. Esta cualidad adquiere cada vez más importancia a medida que las piezas electrónicas se hacen más pequeñas e intrincadas. La soldadura por láser llegará a ser aún más precisa cuando se automatice.
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Variedad y personalización
Japan Unix cuenta con varios tamaños de rayos láser patentados, como láseres de tipo anillo o cuadrado. Los fabricantes pueden elegir el tipo de láser más adecuado para el patrón y los componentes de su tarjeta de circuitos, lo que impide que se quemen sin querer piezas sensibles. Además, una tecnología de división del haz proporciona «láser de dos puntos», que permite soldar dos uniones de forma simultánea.
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Mantenimiento sencillo
La soldadura por láser no requiere prácticamente mantenimiento y la limpieza de la máquina resulta facilísima. Al contrario que las puntas de hierro, los láseres no muestran síntomas de fatiga y no hay que reemplazarlos constantemente. Esto comporta ahorros significativos para los fabricantes.
Aplicaciones
La soldadura por láser es especialmente idónea para aplicaciones que requieren microsoldadura o soldadura lineal. Los avances tecnológicos proliferan rápidamente en este ámbito. Ejemplos de sectores que podrían beneficiarse mucho de la soldadura por láser son:
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Automoción
Con el auge de la movilidad conectada y electrónica, los vehículos cuentan cada vez con más componentes electrónicos. Teniendo en cuenta que hay vidas en juego, piezas como los actuadores o los sensores de airbag deben ser muy fiables, además de compactos y ligeros. La soldadura por láser es ideal para cumplir estos requisitos.
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Electrónica
Los dispositivos electrónicos son cada vez más pequeños y complejos, lo que obliga a soldar más componentes en menos espacio. Además, muchos componentes son sensibles al calor y se dañan con facilidad. La soldadura por láser facilita la soldadura lineal necesaria y, puesto que no requiere contacto, no se dañan las piezas electrónicas.